Las
fotos antiguas de Pregonero llaman poderosamente la atención. Por el centro de
la calle real se ve con toda nitidez la acequia de agua que atravesaba la
población de norte a sur. De allí recogían agua limpia las amas de casa para
atender los menesteres diarios del hogar. En aquellos tiempos había que
levantarse bien temprano para recoger agua clara. Con certeza, la sabiduría
popular recoge tal práctica en el conocido refrán: “El que madruga, recoge agua
clara”.
El
primer acueducto de Pregonero se construyó a mediados de la década de los años
cuarenta del siglo XX. Prácticamente nadie recuerda aquella época, cuando la
vieja acequia comunal dio paso a las tuberías del nuevo sistema de aducción. Es
que las poblaciones se modernizan al ritmo de los cambios sociales y el
progreso. Desde entonces, en varias oportunidades se han reemplazado las
tuberías destinadas a la distribución pública del agua potable en Pregonero.
Evidentemente,
también cambian los rostros de las personas encargadas de garantizar la higiene
y la correcta funcionalidad del acueducto. La imagen de Samuel Lacruz y José
Belandria llegan de inmediato a la memoria. Ellos eran los encargados de
mantener en orden las tuberías del acueducto, así como los tanques de depósito
ubicados primero en Paracotos y luego en Gallardín, exactamente al lado del
actual Parque Infantil. Las tomas siempre han estado en la quebrada Blanca.
El
primero de ellos posteriormente fue Concejal, Síndico Procurador y Presidente
del Concejo. El otro pasó a jubilación al cumplir el tiempo de servicio en la
municipalidad. Era común verlos ir y venir sobre una bicicleta, con las llaves
al hombro, trancando o abriendo las llaves ubicadas en sectores estratégicos de
la población. Tiempo después, la memoria también dibuja la imagen del señor
Jesús Ardila cumpliendo similares tareas, aunque es más claro el recuerdo como
productor agropecuario.
Desde
hace varios años, los encargados del acueducto son Jesús Soto y el morocho
Miguel Huiza. El primero fue un antiguo compañero de clases en el Grupo Nacional
Escolar Sánchez Carrero. El morocho, en cambio, aparte de ser vecino en el
Barrio Corea, compartió con el suscrito varias de las travesuras infantiles descritas
en este libro. Ellos trabajan con esmero para que el agua limpia llegue a las
casas. Siempre se les ve por ahí, con las llaves terciadas, arreglando
desperfectos.
Pregonero ha crecido en las últimas
décadas. Desde hace varios años se viene formulando la propuesta de un Sistema
Integral de Acueductos. El pueblo tiene más de cinco sistemas individuales de
aducción: Barrio Potreritos, San Miguel, Santa Lucía, El Trópico, Avenida José
Ramón Torres y el del caso central. En tales circunstancias, los empleados de
la municipalidad tienen mayores dificultades para garantizar el suministro
óptimo del vital líquido a toda la población.
José
de la Cruz García Mora
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