El ciclismo es un
deporte que logra despertar intensas y efusivas pasiones entre la fanaticada
uribantina. Pregonero tuvo el privilegio de recibir con entusiasmo la caravana
multicolor en la primera edición de la Vuelta al Táchira en 1965. Desde el momento
en que el as colombiano Martín Emilio “Cochise” Rodríguez cruzó triunfante la
raya de sentencia en las calles del pueblo, la fiebre del ciclismo se convirtió
en la disciplina y diversión predilecta de los atletas y espectadores.
En
la década siguiente ya se había conformado una generación de bravos ruteros,
quienes iban irrigando las difíciles arterias viales con el generoso sudor de
la juventud: José Ramón Sánchez, Edecio Hernández, Heriberto “Tina” Sánchez,
Gonzalo García, Pepe Mora, Luis Ramírez, entre otros destacados jovencitos. En
cada época sobresale la figura referencial de un campeón de altos quilates. El
atleta se convierte en la figura indestronable del momento y su nombre se hace
sentir en diversas competiciones.
Heriberto
Sánchez, mejor conocido como “Tina”, tuvo grandes momentos de gloria en los
circuitos y certámenes calapédicos locales. A la memoria llega el recuerdo de
un atleta convertido en héroe para los infantes de la época. Más aún al
presenciar los airados reclamos de los adversarios, solicitando acaloradamente
que se le impidiera competir, bajo el argumento de que era invencible. Es que
la categoría del atleta se imponía con relativa facilidad sobre el resto de
miembros del pelotón.
—Tiene
que darnos ventaja, decía muy convencido uno de los muchachos, el mismo que
casi siempre ocupaba la segunda posición en las carreras, cuyo nombre se omite
por razones obvias. Usualmente, “Tina” accedía a la absurda petición. Lo justo
es que todos compitan en igualdad de condiciones. Pero él no tenía objeciones
de ningún tipo, convencido de que podía hacer derroche de condiciones y obtener
la victoria final, al cazar y sobrepasar a los competidores en la raya de
sentencia.
Las
glorias deportivas de Heriberto “Tina” se hicieron más grandes. Pero tuvo pocas
oportunidades de salir a buscar horizontes más amplios en competencias de mayor
envergadura. En muchos casos las condiciones económicas logran eclipsar el
desarrollo deportivo de muchos atletas. Al colgar la bicicleta se convirtió en
excelente pitcher en los juegos de softball, mientras Carlos Sánchez, el
hermano menor, reeditaba el palmarés triunfador en los eventos ciclísticos
locales.
El
caballero se ha distinguido como referente de superación, tanto en los
escenarios deportivos, como en el campo laboral y familiar, mostrando la
estirpe aguerrida de los uribantinos, cuando asumen retos y luchan sin descanso
hasta lograr los objetivos. Durante varios años, “Tina” fue el “Cochise” de
Pregonero. Siempre fue un triunfador, a pesar de otorgar ventajas a otros
competidores. Luego vendrían otras generaciones de altivo renombre en el
concierto ciclístico regional, nacional e internacional…
No hay comentarios:
Publicar un comentario